domingo, 10 de julio de 2011

Conversaciones Clínicas

 "La pintura es poesía muda; la poesía, pintura ciega (...). La pintura es una poesía que se ve sin oírla; y la poesía es una pintura que se oye y no se ve; son, pues, estas dos poesías o, si lo prefieres, estas dos pinturas, que utilizan dos sentidos diferentes para llegar a nuestra inteligencia. Porque si una y otra son pintura, pasarán al común sentido a través del sentido más noble que es el ojo; y si una y otra son poesía, habrán de pasar por el sentido menos noble, es decir, el oído. La pintura es una poesía muda, y la poesía una pintura ciega, y una y otra van imitando a la naturaleza en todo cuanto les es posible"
Leonardo Da Vinci










 

Trabajaremos sobre el análisis y desarrollo que realiza Freud sobre la biografía de uno de los artistas mas destacados del Renacimiento italiano, Leonardo Da Vinci, tomando como eje un recuerdo de su infancia.
San Martín 578 Morón
Jueves 28 de Julio de 19 a 20:30hs
Arancel: 40$
El material para trabajar en el encuentro será enviado por mail.
A cargo de: Maria Andrea Alcazar, Andrea Agustina García, Maria Harguindey.
Próximo encuentro: 25 de agosto a las 19.00 hs
Tema: James Joyce
Consultas e inscripción: 4699-3064/ 155736-0612/ 153587-9712

viernes, 17 de junio de 2011

Próximas conversaciones clínicas


Estos encuentros tienen su razón de ser en poder escribir, leer y conversar sobre la práctica y la teórica que subyace a la misma. Miller define a estos momentos de reunión como “…una  suerte de asociación libre que puede ser colectivizada en la medida en que no somos dueños de los significantes, no es importante quien los produce sino que es lo que se produce  en cada uno de los participantes y  si es exitosa, hay un efecto de saber para cada quien”*


* (Aromí, Anna, La pareja y el amor; Conversaciones clínicas con Jaques-Alain Miller en Barcelona, Editorial Paidos, Buenos Aires, 2003-Presentación)


jueves, 2 de junio de 2011

Inconciente

¿de qué hablamos cuando hablamos de inconciente? Psicoanalistas, psicólogos, enfermeros, acompañantes, musicoterapeutas, psicólogos sociales, terapistas ocupacionales, trabajadores sociales, educadores, estudiantes..... los esperamos en Morón, dos reuniones en Junio para formularnos esa pregunta y comentar algunas cosas que sobre eso dijeron Freud y Lacan. La cita es el jueves 9 y el jueves 23  a las 19 hs en San Martín 578, Morón. (a 6 cuadras de la estación). Inscripción en espacio.oeste@gmail.com

domingo, 8 de mayo de 2011

Conversaciones clínicas



 
Conversaciones clínicas
Convoca Espacio Oeste


Días y Horarios 3er. Jueves de cada mes

Primer encuentro: 19 de Mayo


Presentación:   Del protocolo del trastorno al padecer del sujeto 
A cargo de la Licenciada María Alicia Harguindey
Moderadoras: Licenciadas Andrea García y María Andrea Alcázar


Estos encuentros tienen su razón de ser en poder escribir, leer y conversar sobre la práctica y la teórica que subyace a la misma. Miller define a estos momentos de reunión como “…una  suerte de asociación libre que puede ser colectivizada en la medida en que no somos dueños de los significantes, no es importante quien los produce sino que es lo que se produce  en cada uno de los participantes y  si es exitosa, hay un efecto de saber para cada quien”


Siguientes encuentros programados:  16/06,21/07, 18/08, 15/09,20/10 y 17/11
Consultas: espacio.oeste@gmail.com.ar/ Tel: 4699-3064
Dirección: San Martín 578 Morón
Horario: 19 a 20.30 hs

lunes, 11 de abril de 2011

bibliografía tema 1

Primer y segundo encuentros 14 y 28 de Abril:
Síntoma.
Formación y sentido. La mujer como síntoma del hombre. Síntoma y Fantasma. La neurosis como respuesta sintomática. Mecanismos de defensa. Síntomas en Transferencia. Sinthome y Savoir Faire según Jacques Lacan.

A cargo de: María Andrea Alcázar

1) Freud, S., “23ª conferencia. Los caminos de la formación de síntomas”, (1917 [1916-1917]), en: Obras Completas, Buenos Aires: Amorrortu, tomo XVI.
Pág 326, Desde “Los síntomas- nos ocupamos aquí…hasta…tambien en las personas normales.”
Pág 328, Desde “Asi, el síntoma se engendra…hasta bloquea la salida a la realidad.”
Pág. 333, Desde “El síntoma repite de algun modo…hasta…o su repugnancia.”
Pág 340 Desde “La retirada de la libido…hasta de la introversión.”( pág. 341)

2) Seminario 23, El sinthome, de Jacques Lacan. Clase 18/11/1975 y 17/02/1976.

3) Miller Jacques Alain, Dos dimensiones clínicas: Síntoma y Fantasma. Ediciones Manantial,1993
Pág. 14, 15, 19, 31, 53, 54 y 55.

4)Freud, Sigmund., Inhibición, Síntoma y Angustia. Amorrortu Editores, 1925-1926 ;Tomo XX,Apartado II, pag. 87, 94, 95 y 96. Aparatado V, pag. 107. Aparatado VII pag 122. Aparatado IX pag 136 y 137

5) Jacques Lacan, Intervenciones Textos 2, Editorial manantial,1988.Conferecnia en Ginebra sobre el síntoma. Pag 125, 126, 130 y 131.

Ubicación sede


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domingo, 6 de marzo de 2011

Curso Anual sobre conceptos psicoanalíticos en Morón

A partir del 14 de abril nos reuniremos los 2dos y 4tos jueves de cada mes en San Martín 578 (a 6 cuadras de la estación Morón). Cada encuentro se dedicará a algunos de los conceptos fundamentales del psicoanálisis. Para quienes por primera vez los aborden en su estudio esta experiencia apuesta a constituir una introducción, y para quienes insistimos en un recorrido, la oportunidad de trazar una vuelta más.

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Actividad arancelada, incluye material bibliográfico.

Espacio Oeste
Integrantes: Andrea Alcázar, Andrea García y María Harguindey.

Andrea Alcázar: Licenciada  en psicología. Universidad J. F. Kennedy. Posgrado en psicoanálisis en el Centro de salud mental Nº 3 Dr Arturo Ameghino. Concurrencia finalizada en el mismo centro. Docente de Cursos de Posgrado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Hospital Alvarez, Centro Ameghino, Hospital Borda y otros). Miembro del equipo asistencial de la Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires. Perito de oficio en Justicia Nacional y consultora técnica. Práctica clínica en consultorio particular.
Andrea García:
Licenciada en psicología, UBA. Cursos de posgrado y especialización en Escuela Freudiana de Buenos Aires, Centro Dos, Facultad de Psicología UBA, Hospital General de Agudos “Dr. Teodoro Álvarez”, Hospital Nacional Alejandro Posadas y Asociación Lazo Oeste. Práctica clínica en consultorio particular.
María Harguindey: 
Licenciada en psicología, UBA. Pasante del Espacio de investigación en psicoanálisis del Centro de Salud Mental Nº1 Dr. Hugo Rosarios. Integrante del equipo de investigación del Proyecto de Investigación UBACYT Nº P027, “El psicoanálisis y la psicosis social”, dirigido por el profesor Raúl Courel.
Auxiliar docente en la carrera de psicología, Facultad de Psicología,  UBA. Práctica clínica en consultorio particular.


jueves, 10 de febrero de 2011

Tercer encuentro Ciclo ¿Por qué el psicoanálisis?

AGRADECEMOS LA DESGRABACIÓN A LA LIC. DANIELA TABOADA

Lic. María Andrea Alcázar
El texto conductor va a ser “Malestar en la cultura” que es del ´29 de Freud. En esa época él ya escribía poco porque estaba con su padecimiento, un cáncer en la boca, tenía una prótesis y era muy doloroso. En esa época escribió “El porvenir de una ilusión”, “El malestar en la cultura” y “Fetichismo” y algunos textos más. Ese va a ser el texto conductor, un poco para seguir el hilo, pero también fui tomando algunas cuestiones que me parece que quedaron como incógnita: el goce, que es un concepto difícil, que está en Freud y Lacan lo toma y lo pule.
Lacan juega con la lengua y tensa, los significantes, juega con las palabras y los lleva al máximo para pulirlo. Después tomé algo del Complejo de Edipo también, que me parece que se nombró y lo pasamos así como el Sarmiento, rápido. Es que hay muchos conceptos, pero estamos tratando como de alguna idea general, después el año que viene nos detendremos un poquito más, cada uno amerita que se haga. Pero primero los voy a hacer trabajar. Tengo un texto chiquitito que después si quieren, lo podemos subir al blog o se los paso por mail, que es de Alejandro Dolina y que habla de la función del psicoanalista. Él Dice: “el primer psicoanalista en Flores”, pero a mí se me hace que esto lo relata un hombre, así que, Jorge… (Risas)


La historia del psicoanálisis en el barrio de Flores es bastante curiosa.
Quienes conocen a los Hombres Sensibles ya sospecharan que las teorías de Freud no fueron formuladas pensando en ellos. Y aunque estos varones siempre fueron aventureros y buscadores de sueños, cuesta bastante imaginarlos en el sillón de un psicoanalista.
Sin embargo, muchos profesionales alcanzaron cierto éxito en el barrio del Ángel Gris.
Algunos fueron consultados por los Hombres Sensibles y hasta existieron escuelas y corrientes opuestas que dieron lugar a apasionantes polémicas.
El primer analista que se estableció en Flores fue -según dicen-el doctor Mauricio D. Finkel.
Los comienzos no fueron fáciles y su consultorio de la avenida Rivadavia permaneció desierto durante meses. Los vecinos creían entender que Finkel adivinaba la suerte o tiraba las cartas o tal vez vendía rifas.
Con esa idea se presento un día de invierno el primero de sus pacientes.
Se trataba del poeta Jorge Allen, quien buscaba consuelo a un desengaño amoroso y pensó que no estaba del todo mal intentar alguna solución mágica.
Finkel lo hizo recostar en su diván y lo invito a hablar. Allen le contó minuciosamente como había sido abandonado por cierta señorita de La Paternal, la forma en que sufría y otros detalles menores. Transcurrido un buen rato, Finkel se levanto y dio por terminada la entrevista.

-Bien -dijo Allen -. ¿Qué hago?
-Venga el jueves a la misma hora.

-¿Para qué?

-Vea, se trata de que usted vaya comprendiendo su propio problema.
La solución la encontrara precisamente en esa misma comprensión.

Allen regreso varias veces. Comprendió perfectamente su caso, lo cual no le sirvió de nada: la chica de La Paternal se caso con un consignatario de Alberti. Enterado de esta tragedia, el enamorado anuncio a Finkel su decisión de interrumpir el tratamiento.

-Usted no entiende -sentencio el analista -; el punto es ubicarlo a usted ante la realidad para que acepte y supere el dolor.
-No deseo superar el dolor. Ya he perdido a la mujer que quería: ¿Pretende usted dejarme también sin el sufrimiento? Dígame cuanto le debo.

(Risas)
Lic. María Andrea Alcázar
Bueno, varias cosas. Esto de comprender de qué se trata, el psicoanálisis tiene un poco de esta fama, algunos dicen:- “un goce  como masturbatorio intelectual”- si se trata de esto o se trata de poner en acción para convertir ese sufrimiento en alguna otra cosa. Mientras él estaba en el diván, la otra se iba y lo dejaba por otro. Aún así él dice que quiere continuar con esta tragedia que tiene que ver con su destino. Y la queja que él trae tiene que ver con esto, con el desengaño en la relación con los otros, que es una de las causas que Freud dice que causa el malestar, que nos causa, nosotros somos efecto del malestar, las relaciones con los otros seria una de las causas.
El texto, como ya les dije, es del ´29. Se considera una de las obras sociológicas en donde Freud va a hablar de las cuestiones sociales y no metapsicológicas, de la doctrina, habla de cuestiones generales. Los últimos capítulos, que yo no los tomé, va a hablar de la culpa, del sentimiento inconsciente de culpa, cómo la culpa se manifiesta en cada uno. Esto hace también a la neurosis individual que se proyecta como una neurosis colectiva. El tema central de esta obra es el antagonismo entre las tendencias pulsionales y las restricciones impuestas por  la cultura. Igualmente, si bien en este texto nosotros ya tenemos toda la doctrina o la obra o el marco teórico del psicoanálisis, que habíamos dicho que hay una primera tópica y después en el ´20 él hace una reformulación con esto que se le impone en la clínica que es la pulsión de muerte. Ya en 1897, Freud le escribía a Flitz, un colega, dice: “el incesto es antisocial y la cultura consiste en la progresiva renuncia a él”. Él ya está pensando cuáles son las renuncias pulsionales que lidian en el sujeto para hacer cultura.
Les quería leer algo respecto de este texto: “En ninguno de mis trabajos he tenido, como en este, la sensación de exponer cosas archisabidas”. En esto de que no va a dar ningún concepto, re trabaja los conceptos teóricos en pos de una mirada social. “Gastar papel y tinta y hacer trabajar al tipógrafo y al impresor meramente para referir cosas triviales. Por eso, cojo al vuelo lo que, al parecer, ha resultado, a saber, que el reconocimiento de una pulsión de agresión especial autónoma implicaría una modificación de la doctrina psicoanalítica de las pulsiones”. Y él va a decir del porqué la resistencia de la comunidad analítica en general de esta pulsión de muerte, de este padecer que nos causa gracia: “¿usted me quiere sacar el sufrimiento?”.
Para Freud, la cultura es toda la suma de operaciones y normas que dispensan nuestra vida y nos diferencian de los antepasados animales y que sirven a dos fines: una es la protección del ser humano frente a la naturaleza, frente al acoso de la naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres.      
Jorge
Hay una cosita que por ahí si no lo digo se me escapa, pero muchas veces cuando uno ha hecho análisis personal, ha pasado esto,  que en determinado momento se acabó porque de repente uno, no sé si tiene que ver con el goce, pero es como que uno descubrió que ya había abierto un montón de puertas, se relame un poco con esas puertas que abrió, con lo que fue encontrando. Yo me acuerdo de haber ido un día al psicoanalista con una valija, yo me llevé la valija, bien para que me crea que me voy, porque yo le venía anunciándole varias sesiones que me iba. Y un día llevé una valija y me fui y después de dos años tengo la misma. Pero yo creo que hay momentos cuando uno va a psicoterapia que siente como esto de que ya me di cuenta, ya sé qué me pasa, ya sé por qué estoy sufriendo, deja de sufrir, o sea, dejame cerrar, dejame hacer el duelo.
Alumna
En realidad, ¿es que vos queres quedarte con tu sufrimiento o es que el psicoanalista o la psicoanalista te enfrenta con cosas que vos hasta ahí, no querés?
Jorge
Creo que se dan las dos cosas, se da descubrir uno situaciones que no le gustan y que no tiene más tela para seguir, pero creo que uno va buscando el freno, hasta dónde indagar e indagarse y hasta dónde podes ir. Lo denuncia como puede, lo dice como puede y a lo mejor en ese momento sentís que no te acompaña el espacio que te generaba, el lugar que te queda. Hablo cuando uno viene ya de un proceso de la terapia, no hablo de que a lo mejor la primera o segunda sesión que se encontrara con el analista, estas rajándote. Hablo de que yo en ese caso, había hecho hace seis años análisis con esta persona y en determinado momento dije: no
Lic. María Andrea Alcázar
En realidad, no hay respuestas generales, son respuestas individuales. Germán García es un psicoanalista fundador del Centro Descartes. Él dice que lo que observa es algunas consultas que tienen que ver, o sea, porque no todas las personas que van a un análisis se van a transformar en un analista, entonces no quieren hacer un trabajo del inconsciente para después analizar a otro. Algunos van por estas cuestiones y se encuentran con un analista y hay una apertura, como dice él, y uno se da cuenta que no va por esto sino que se abren otras puertas, que esto tiene que ver con esto, con esto y con esto. Entonces, él dice que hay consultas y hay que respetarlas, que tienen que ver con esto, con saber por lo menos en dónde no me tengo que meter. Como una alerta, bueno yo ya sé que con esto no puedo, con este real, con este imposible no puedo. Tiene que ver con el punto del sufrimiento. Por eso, cuando yo decía lo del sufrimiento, en realidad, no se trata de que uno va al análisis y no va a sufrir porque la vida se encarga de, todo el tiempo, bombardearnos con sufrimientos. Los de la naturaleza, viene una inundación, se inunda todo y sufre uno, porque pierde la casa. O la muerte, la muerte de un familiar, una dolencia en el cuerpo también. Entonces, es ¿qué hace uno, en todo caso, con ese sufrimiento? O está la posición de queja en donde lo otro me viene y yo pasivamente sufro eso o realmente, lo que nosotros hablamos, que es un cambio de posición subjetiva respecto de esto. Uno lo puede ver en situaciones extremas. Está la persona que por ahí no tiene herramientas o porque no le interesa, se coloca en una posición de víctima.
Alumna
Pero hay gente que a veces busca eso.
Lic. María Andrea Alcázar
Bueno, pero esa es la dimensión del goce. Lacan ahí divide un poco las aguas. Hay un goce y cuando uno habla, él da un ejemplo que dice: “no sabemos si la ostra goza” porque no habla. Pero el que habla está tocado por la dimensión del goce. Ya en el hablar uno queda dividido también por eso, pero hay que poder hablar. Hay gente que no habla para preservarse. Si yo hablo, sé que me puedo equivocar,  sé que puedo fallar. Entonces hay pacientes que llegan y leen, porque saben ahí que va a haber algún efecto. Si ligo ya hay una pérdida y también hablamos de pérdida del goce. Por eso, en el quedar tomado por esos significantes por los que uno esta comandado.
En esto que vos decís, si le gusta. Yo me acuerdo cuando trabajaba en el hospital nunca supe bien qué hacía la asistente social, digamos de su trabajo, pero sí lo que me acuerdo es que la gente venía angustiada porque tenía una persona que, por ejemplo en la guardia, le pegaban, la mandaban a la asistente social y la asistente social le daba toda una lista de lo que tenía que hacer: -“tiene que ir a la secretaria de la mujer y denunciar, hacer una exclusión”- y entonces, se iba con toda la listita la mujer y venía a los dos meses de vuelta a la guardia golpeada. Entonces, ¿qué hacía la asistente social? -“Te dije que hicieras todo esto y volves a la guardia entonces ahora no te digo nada”-. Entonces, tiene esto de que le gusta. Nosotros lo que decimos es que hay un goce, no es tan fácil cortar con ese goce. Entonces, hay que ponerlo en palabras, no darle instrucciones. Ella ya sabe lo que tiene que hacer. Como el que fuma. En el Churruca habían inaugurado un servicio que se llama calidad de vida que un cardiólogo daba charlas para dejar de fumar. Yo me acuerdo que llegó un paciente expulsado de ese grupo porque cuando lo ven venir le sienten el olor, lo huelen y le dicen: -“¡pero vos fumaste!”- y él dice: -“bueno, pero por eso vengo”-. –“Pero ya te dije que si fumas, no podes venir”-. Entonces, él dice: -“bueno, en lugar del grupo voy a terapia”-. Entonces, pide un turno y aparece ahí la cuestión del análisis, por eso digo, no hay una respuesta general. Si a alguno le puede servir sí, porque está alcohólicos anónimos, están estos grupos de adelgace, están vía la identificación, hay otros que prestan testimonio de cómo salieron y sirven. Nosotros igual no venimos a imponer el discurso del análisis a otras alternativas.
Alumna
Justamente lo que se tiene que hacer es una interdisciplina. Porque fuimos a hacer una observación a la magistratura de Morón, de una jornada de la no violencia contra mujeres. Un lugar donde hubo hospitales, asistentes sociales y entre otras cosas, psicólogos porque lo que se busca es trabajar en conjunto. Vos vas al centro de asistencia de mujeres en situación de violencia y trabaja una psicóloga con una trabajadora social que coordina al grupo de mujeres.
Lic. María Andrea Alcázar
Hay que darle un espacio a la palabra
Alumna
Y la trabajadora social es la que le explica:-“tenes que ir acá, tenes que ir allá”
Lic. María Andrea Alcázar
Sí, hay una legalidad también, digamos cuando hay una invitación a la palabra, también hay que hacer un armado para poder salir de esa situación que uno dice: hay un goce.
Alumna
A mí me sorprende el tema de que hay mujeres que hace treinta y pico de años, que es toda una vida, y van al grupo y no salen. Y llegó una que vino con la mitad de la cara, que le agarró parálisis facial y vos decís: “¿esto es un goce? ¡Por Dios!”
Lic. María Andrea Alcázar
Bueno, porque no hay goce, digamos, en cuanto placer. Pero sí eso es un goce. A ver, a uno como  neurótico le cuesta, escuchar estos discursos, ver estas situaciones porque hay algo ahí que uno no entiende. El neurótico, dice Freud, el goce del neurótico, es el negativo del perverso. El perverso sabe de qué goza y va directo a buscarlo. El neurótico para levantarse una mina va y viene. El perverso va y obtiene lo que necesita. Pero hay algo que es interesante. Lo que está diciendo Freud, nueve años después de “Más allá del principio del placer”, que aún hay resistencia a eso, pero vos decís: ¿cómo puede alguien vivir en esa posición? También hay algo de captura. La palabra goce está fuera de uso, que en francés es juissance, viene de la doctrina legal, que es usufructo, hacer uso de un bien que no es propio. Por eso, digo que el goce uno no lo toma como propio, sino que hay otro que me goza, que en la psicosis está más llano: en la radio me hablan y están hablando de mí, el vecino cuando yo salgo me mira. Pero en el neurótico también tenemos voces que nos hablan todo el tiempo: esto que estás haciendo está mal, esto está bien, no es de esta manera.
Entonces, él comenta el caso que por qué cuando uno en los tribunales, ahora que están los juicios orales, alguien violó a otro, ya está, está probado el hecho, hay una condena. Y esta cuestión de saber por qué lo hizo, qué lo llevó, cómo lo hizo. Bueno, los neuróticos nos estamos preguntando. Entonces, hay una cuestión ahí de la envidia, de por qué el otro puede y yo no. Que queremos saber qué lo llevó al otro y cómo goza el otro que a mí la cultura me dice que no. Ahí se cruzan los discursos, cumplida la parte de prueba que se sabe que éste violó a éste, hay una condena, que es la condena legal. Pero después, está esto, la cuestión social de saber por qué. Como éste de Wikileaks que está tras las rejas por esa exhibición obscena, uno podría decir, de cómo los poderosos del planeta hacen y deshacen con nosotros. En Suecia, el estuvo con dos mujeres y en Suecia no está prohibido eso si hay consentimiento de las partes pero sí se considera que hay, digamos, un maltrato, una violación, no sé si sería esa la palabra, porque no hubo uso de preservativo. Que me hace acordar a Al Capone, que no lo pueden apresar. Pero hay un efecto de fascinación, policías en acción y la gente mira esos programas, tumberos, para ver cómo gozan. Cualquiera que maneja sabe, cuando hay un accidente en la autopista y está lento el tránsito, no es por el accidente, es porque la gente baja la velocidad para ver si hay un muerto o no. Me parece que nos cuesta, pero se puede hacer algo con eso. Me parece que lo que produce horror es cuando no está velado, cuando uno lo ve en crudo, por decirlo de alguna manera. Cuando uno vive 30 años de esta manera, cuando no está velada la pulsión de muerte, ahí es donde uno más se horroriza, porque como neuróticos reprimimos todo eso, va al fundamento, lo que es traumático, va al fundamento.
Dice: “la vida tal como nos es impuesta resulta agravosa y nos trae dolor en ese desengaño”, que acá vimos un desengaño, “tareas insolubles y desgracias. Para soportarlas, el hombre se sirve de calmantes. ¿Cuáles son esos calmantes? Poderosas distracciones que nos hagan reevaluar nuestra vida de miseria, satisfacciones sustitutivas que reduzcan estas miserias y sustancias que nos vuelvan insensibles, que alteran el  cuerpo y producen sensaciones placenteras”. Para cada época a cada uno se le pueden ocurrir diferentes ejemplos, él hace mención del circo romano que tenía que ver con la guerra, con las conquistas romanas que dejaban los campos sin producción, a algunos los tomaban como esclavos, los retiraban de la ciudad y ahí aparece esta frase “pan y circo”, el circo romano como una distracción y el pan. Esta gente que ellos no tenían para localizar en el mundo del trabajo, hacerlos entrar en el circuito social, tenían el alimento y tenían la distracción, con eso no iban a joder digamos. Para la época Kirchnerista sería futbol por un canal de aire, entonces con eso, distracción y nos olvidamos de la miseria diaria.
Dice: “pero en realidad ¿qué es lo que el sujeto quiere como propósito para su vida, qué se propone, qué es lo que exige para ella o qué es lo que quiere alcanzar, cuál sería su meta?”. Va a decir, “aparentemente, la dicha, la felicidad y mantenerla. Lograr esa aspiración y mantenerla también. Dice que esto tiene como dos lados, uno positivo y uno negativo, el lado positivo sería vivenciar estos sentimientos de placer, de felicidad y el otro sería suprimir o procurar la ausencia del dolor o displacer. Con las dos obtendríamos, digamos, este principio del placer como el fin de la vida. Pero esto, dice, entra en conflicto parece que con el cómo, porque el cómo estaría ordenado para que esto no fuese posible. Igual dice que estrictamente lo que él llama felicidad lo podemos vivir solamente por oposiciones groseras, no como un estado permanente. Freud era un gran lector, él nombra mucho a dos poetas Heimn es uno y Goethe es otro, los nombra todo el tiempo en sus obras y Goethe decía: “Nada más insoportable que una sucesión de días felices”. Entonces, dice que la felicidad no es como programa para el sujeto algo que puede ser poseído, sino que se traduce como un bienestar, como algo que se tolera y la felicidad aparece por contraste más grosero, como momentos. Entonces, ¿desde dónde hay amenazas que producen sufrimientos en el sujeto?. Desde el cuerpo propio por la fragilidad que tiene el cuerpo por sí mismo. El cuerpo está destinado a la ruina, creo que habla de las canas y de las arrugas. Dice si se pone como fenómeno en el cuerpo o se materializa en el dolor, en la angustia, en el sufrimiento en el deterioro propio. Pero para eso, dice,  el hombre en este afán de la cultura, porque habíamos dicho que la cultura lo que tiene es defenderse de aquello que el sujeto tiene como hostil, tiene como aliado a la ciencia para evitar el dolor, la enfermedad y él ya en esa época hablaba de que se verán avances en la ciencia, en la tecnología que tendrá que ver con prolongar la vida. Serían tres fuentes, desde el mundo exterior sería la segunda para él. Dice que la naturaleza tiene una híper potencia que el hombre intenta remediar o ponerla a su servicio, pero siempre la naturaleza en eso gana. Bueno, lo vemos con los cambios de clima, los terremotos. Cuando el hombre hace una cosita, recibe del otro lado algo que le muestra que no es así. Pero él también apuesta a tener como aliado a la ciencia y la tecnología para ir sorteando estos obstáculos. Y dice que el más difícil de tratar es el vínculo con otros seres humanos y esto lo sentimos como más doloroso. El desengaño, la pérdida. Y esto tiene que ver, propiamente se realimenta con lo que el hombre ha propuesto. Dice es la insuficiencia de la norma para regular esos vínculos recíprocos. Tiene que ver con la familia o ya sea con la sociedad, como el Estado. El estado con esa función paternalista que supuestamente nos cuida, nos cuida que no nos matemos, para regular las relaciones con los otros. En la familia, los padres siempre nos quejamos y los hijos también. Bueno, en cualquier grupo que uno piense va a ver que hay una insuficiencia. Hay una reflexión sobre esto, él no habla de progreso, sí quizás de reordenar. En esa época, no podemos decir que es foucaultiano porque no es contemporáneo de él, pero Foucault no está de acuerdo con esto de la historia pensada como acumulación de discursos o como el iluminismo que viene a contracara del oscurantismo. Él dice que hay un choque de discursos. Entonces, él va a tener en cuenta lo económico, el arte, la filosofía, los grupos minoritarios en ese choque de discursos, en ese contexto, se arma un momento histórico. Entonces,  si bien es un arqueólogo de la historia, cada vez que trae un tema Foucault es denso de leer por eso. Pero me parece que a partir de esa lectura o de esa cronología que él puede hacer, llega a esa conclusión, es una manera de pensar y bueno, Freud también lo está pensando de esta manera,  como una confluencia de esto. Por eso, dice que esto es móvil, pero que a pesar de que va cambiando es insuficiente. Entonces, tiene que ver con la norma, con la dificultad de la norma.
María Alicia Harguindey
En el texto de la carta a Einstein que trata de la estabilidad, esa estabilidad no es la armonía, es en base a  jerarquías y cuando las luchas internas no nos dejan estar estabilizados como sujetos de goce, la lucha continúa.
Lic. María Andrea Alcázar
Él hace como un guiño negativo, por decirlo de alguna manera, al discurso de izquierda. Él dice algunos piensan que sustrayendo las diferencias y al repartir los bienes entre todos, vamos a lograr como una cierta armonía y bueno, dice, verán que sucede. Digamos no es que está la salida, encontrarán otras formas para lastimarse, para engañarse. Porque esto es la pulsión de muerte y el goce.
Bueno, dice que la satisfacción en esto del principio del placer se alcanzaría con cierta protección al sufrimiento. Porque las pulsiones son como sometidas para que no se sientan como dolorosas. Entonces, se inhiben y buscan satisfacernos. Dice “se inhiben las pulsiones de destrucción, pero sobreviene, entonces una reducción de goce”. Acá hay una lectura económica de lo que le pasaría al sujeto por esta reducción.
Alumna
No entendí lo de la pulsión. Las pulsiones son sometidas para que no…
Lic. María Andrea Alcázar
La pulsión de muerte. Dice que las pulsiones son sometidas o son inhibidas, entonces van a buscar satisfacerse. Acá va a hablar de la sublimación, digamos, en un fin que sea socialmente aprobado. Pero esta reducción de goce que uno le quitó al no ser ya una pulsión salvaje, sino al ser una pulsión ya atravesada por el discurso social, ¿donde fue esta energía?
Alumna
¿Un ejemplo?
Lic. María Andrea Alcázar
Nosotros decimos que una de las formas de expresión de la pulsión de muerte es la agresividad. Ella el otro día hablo, vamos a poner un ejemplo fuerte, hablo de paidofilia. Si la pulsión para esa persona se satisface en someter a un niño, culturalmente eso está penado, no está permitido. Entonces, esto se restringe, pero en esa persona la pulsión está, entonces ¿qué hace con eso? Hay una reducción de goce a ese respecto. Esto lo explica Lacan en un escrito que se llama “La agresividad en el psicoanálisis”. Entonces, dice, es muy común encontrar del lado del filántropo el negativo del misántropo. Misántropo es el que odia a la gente. Y uno podría decir que es habitual o común, no digo una generalidad,  encontrar a un paidófilo siendo, por ejemplo, un profesor. Pero dado de su objeto de goce en una satisfacción sublimada, culturalmente aceptada. Entonces, él dice ojo con esto porque pagamos un precio por adaptarnos a la cultura. Lo digo en extremo. Lo mismo cuando a veces uno ve en la televisión situaciones de violación y les preguntan a los vecinos:- “Pero buen vecino, buen padre. Yo lo veía que salía con los hijos y yo no me imaginé…”. Las dos caras de Jano, el Dios griego, pero bueno, eso existe, pero no existe solamente en el paidófilo.
Alumna
Había una película que trataba sobre eso, de cómo va preso, que como daba la cara un psicólogo
Jorge
Que tampoco supo nunca si era o no era el asesino, que había salido libre
Lic. María Andrea Alcázar
Que se hacía pasar por rengo, que decía que un cura iba a venir y él se da cuenta en un fallido que él comete algo cuando se está yendo. Hay otra que es una película también muy fuerte de un investigador, que hay una muerte de una menor de edad y una mujer le dice: “me parece que mi marido tuvo que ver con eso” y resulta de que él tenía un tipo de perversión que gozaba viendo morir, cómo mataban a otro. Entonces, había lugares donde paga, se consigue una víctima, filma y hay un verdugo que mata. Ciertas prácticas sexuales que existen. Y cuando él encuentra al verdugo, toca el timbre, sale la madre y le dice: “¿está fulano?”. “Fue a la iglesia, todos los domingos va a la iglesia”.
Alumna
Como el capo mafia  Don Corleone que iba a la iglesia y después mataba a Dios y a María santísima.
Lic. María Andrea Alcázar
La explicación económica respecto a eso dice: “primero el carácter incoercible de los impulsos perversos”. Esto que decimos ¿por qué cuesta tanto?, el carácter incoercible. Dice: “y el otro es el atractivo por lo prohibido”. La ley establece qué es lo que se puede o no, pero si es necesario que haya una ley es porque esto está en el sujeto. Esto lo toma de la religión. Yo, en realidad, no me quise meter con cuando él habla de la religión. Pero me parece que cuando él habla de las religiones monoteístas, el judaísmo y el catolicismo, se puede también pensar en cualquiera de los discursos que están totalizados y que dan una bajada respecto de cómo se vive, cómo se procrea, de una cuestión sanitaria. Con cualquier discurso amo o que venga a implicar esto.
Alumna
Creo que se trata de las técnicas individuales, lo que cada uno puede encontrar para hacer con este impulso.
Lic. María Andrea Alcázar
Si, el dice eso que no se puede emprender un camino general, sino el camino individual que cada uno pueda. No hay un consejo válido, tendrá que cada uno ensayar y es interesante también cómo lo dice “ensayar” y eso por ahí representa un poco lo que vos contabas: “bueno, llegué hasta acá, pruebo”. Se trata y no vuelvo y si no vuelvo quiere decir que el ensayo …o no como pasar a  otra cosa.
En esto, por eso él dice el discurso de la religión. Si bien no lo nombra exactamente, está en “El porvenir de una ilusión”, en “El monoteísmo”, digamos ahí sí habla de estas dos religiones predominantes, pero dice que este discurso religioso perjudica este juego individual porque impone a todos por igual, lo que decía Lis, un camino para protegerse sobre todo del malestar. Pero que es insuficiente, por eso él propone lo que es para cada uno su neurosis individual. Y acá aparece, lo que nosotros decimos, el complejo de Edipo. El complejo de Edipo él, en realidad, lo toma del mito de Edipo, Edipo rey de la tragedia de Sófocles. A veces uno lo toma como literal, como que si está mucho con la mamá, hay como una cuestión psicológica, ¿qué hace el colegio? Porque está, me parece, una palabra que está muy de moda, “ninguneado”. Es más, la gente viene y se sienta y dice: ¡Yo tengo un complejo de Edipo…terrible!”. Bueno, pero ¿qué quiere decir con esto? Digamos, como cada uno atraviesa eso que es la prohibición que está desde el inicio y que es doble: “No te acostarás con tu madre”-“No reintegrarás tu producto”. Pero es la prohibición “madre”, uno podría decir, o la primera que trae otras prohibiciones. Cómo para cada sujeto se inscribe la ley. El caso es que se inscriba, por eso hablamos de castración, qué es lo que se puede o que no. La castración para el neurótico. Hay otras estructuras, porque gente mala hay, que es la perversión. Para Freud son desviados, él lo habla más del lado de la sexualidad. Pero me parece que hay otras modalidades de connotar lo que tiene que ver con la perversión que no tienen que ver tan sólo con la sexualidad, sino con el manejo que uno hace del otro.
Alumna
Disculpame, “no te acostarás con tu madre” ¿y lo otro?
Lic. María Andrea Alcázar
No reintegrarás tu producto. Ahora hay una ley en España que, ustedes saben, los hijos les  pueden hacer juicio a los padres, mayores de treinta años y los padres están obligados a recibirlos. Tiene que ver con una cuestión económica, obviamente. Pero cómo esto ya entra en el orden del litigio. Tiene que ver con que el Estado no sabe qué hacer con esta franja etaria.
Alumna
Reintegra tu producto
Lic. María Andrea Alcázar
Claro
Alumna
¿Y qué pasa con el Edipo?
Lic. María Andrea Alcázar
El Edipo lo va a tomar como estructurante para cada una de las cuestiones nosográficas, de las estructuras. En esta época en la psiquiatría la nosografía era muy amplia. Él reduce esta nosografía, que ahora se volvió a ampliar porque el DSM IV tiene un montón, es un manual de enfermedades psiquiátricas. Y él habla de tres que tienen que ver con cómo sale el sujeto del Complejo de Edipo, de la vivencia del Complejo de Edipo. Que es la Castración (entonces tenemos un neurótico), la renegación (tenemos un perverso), el rechazo (y tenemos un psicótico). Lo que dice es que estas cuestiones que se juegan con los otros, con los semejantes son aprendidas a nivel de los otros primordiales: la madre, el padre y los hermanos. El amor, la rivalidad, la sexualidad, las cuestiones laborales, todo. Ella hablaba el otro día del cuerpo, cómo ese cuerpo se estructura, cómo las pulsiones se satisfacen. Cuando un paciente cuenta, por ejemplo, cómo come, uno va a escuchar en esta familia como se come: se comía parado, se comía sentado. Eso es un detalle, pero tiene que ver con esto, cómo el sujeto ha construido su forma de relacionarse con los otros, con el trabajo, con la comida, sus modalidades de goce también. Esto se programa en una trama que es el Edipo.
Alumna
La palabra goce se presta a confusión
Lic. María Andrea Alcázar
La palabra goce es incómoda porque presta a confusión eso es cierto. Esto pasa en todo lenguaje. Esto está escrito en alemán, del alemán se tradujo al inglés, del inglés al castellano. Y por eso, me parece, que Lacan en ese punto (inaudible). No lo presentamos a Lacan.
Jacques Emilie Marie Lacan es un psicoanalista, médico con formación psiquiátrica. Trabajó en una clínica que aún existe en Francia que es Le Sant´ Anne, un neuropsiquiátrico. Trabajó muchos años ahí y hace su entrada al psicoanálisis con Loewenstein. Lo que él propone es una re-lectura de los textos de Freud. Inicia en los años `50. Falleció en el año ´81. La obra de Lacan llega acá aproximadamente en los años ´70. Él escribe muy poco, tiene dos libritos escritos, todo el resto son enseñanzas, seminarios. Es más, hay obras que todavía no están establecidas. Le dejó toda su obra a su yerno que es Miller y acá llegan algunas traducciones que están en la Escuela Freudiana de Buenos Aires o en la Escuela Freudiana Argentina. Pero, ya les digo, escribió muy poco pero el resto de sus enseñanzas es todo por quienes iban a sus seminarios, recogían e hicieron un poco pasar. Él dice que hay que leer Freud como lo lee él. Él hablaba alemán y leía alemán. Entonces, hace un preciosismo con la lengua, como la vez pasada hablábamos con Trieb que dice es instinto, pero también es pulsión, otras acepciones y porqué los pie de página de Freud son importantes, porque él está construyendo.
Y con respecto al goce, la palabra que usa Freud es Lust y Genuss, que en alemán Lust es placer. Entonces, él dice que cuando lo traducen al inglés está Enjoy que es disfrute, que tiene otra connotación, no tiene que ver con el esparcimiento. Entonces, cuando él hace el pasaje al francés también encuentra que hay como un vacío y acude al lenguaje o al vocabulario legal y toma jouissance, usufructo, un uso de un bien. Que a uno le permite, y esto está en castellano también, disfrutar de este bien pero con restricciones porque no es propio. Ahí tenemos el lado de acotar, lo de la prohibición, de ponerle un freno. Por eso el usufructo tiene una legalidad, un marco. Yo no puedo usufructuar el bien de otro y hacer lo que quiera, venderlo, transferirlo. Por eso, me parece, que es más fuerte el marco que se le da a ese principio de placer. Entonces, uno no puede gozar de todo o tener una actitud placentera, por decirlo de alguna manera, con todo lo que a mí se me ocurra. Hay un marco legal que ordena ese goce, sino nos mataríamos entre nosotros.
Jorge
Si es como que se presta, como un permiso que tenés, una autorización para hasta cierto lugar, hasta cierto punto, es como un encuadre, legalmente.
Lic. María Andrea Alcázar
En la primera clase decía que la sexualidad es traumática y eso que es traumático en el neurótico se reprime. La sexualidad es traumática ¿por qué? Porque se aprende ahí en un lugar donde uno sabe que no va a poder hacer un uso de la sexualidad. ¿Quién erogeniza el cuerpo de un niño?
Alumna
Es como decía un profesor que nos daba clase: Dios te da el cuerpito y después te dice esto no, lo otro no. Que es así, va en contra de la naturaleza.
Lic. María Andrea Alcázar
Pero también es una instancia estructurante. A veces los pacientes dicen: yo no quiero hablar de mi familia, de mi papá, de mi mamá, de mi hermano, pero es un pasaje obligado, hay que querer hacerlo también.
Alumna
Lo que pasa es que, ahora se modificó, me parece un poquito, quizás estoy equivocada, pero antes es como que se veía toda la historia familiar y terminabas odiando a tu madre, no soportando a tu padre. ¿Y qué hacías con todo eso? Se estancaba ahí la cosa. En cambio, ahora, se puede buscar el origen de todos tus males.
Lic. María Andrea Alcázar
Esa es la relectura de Lacan.
Alumna
Claro. Pero de acá para allá ¿cómo construimos?
Lic. María Andrea Alcázar
Esos eran los análisis Kleinianos. Creo que, de hecho, hoy la nombraron a Melanie Klein.
Freud no trabajó con niños. Tiene un solo caso publicado que se lo conoce como el caso Juanito o Hans. Él le da algunas instrucciones, por decirlo de alguna manera, porque el padre trabajaba con él. A Juanito lo vio una vez porque lo invitaron a la casa y, es más, las paradojas  uno las lee en las biografías esas. Juanito tenía una fobia a los caballos. Pensemos que en esa época los transportes eran los caballos. Ahora los pibes más que verlos por televisión… salvo que vengan por esta zona… Pero Freud le regala para su cumpleaños número cinco un caballito de madera.
Alumna
Pero entonces, en definitiva, Lacan es el que hace una reedición.
Lic. María Andrea Alcázar
Si. Melanie Klein que sí trabajó con niños tenía esta postura pedagógica de que hay que reeducar. Entonces, a los padres los dejaba por fuera del consultorio. Y ella ponía en acto en transferencia ese pasaje del Complejo de Edipo. Pero el Complejo de Edipo se trabajaba en transferencia con la analista. Para evitarle al niño estas cuestiones que vos decís, que odiara a su madre. Pero se vio que eso no tiene efectos positivos, por decirlo de alguna manera,  en el individuo, no es de esa manera.
Alumna
Bueno, tiene que ver no sólo con el niño, sino que tiene que ver con todo el psicoanálisis. Con esa postura de la pedagogía, sería revisemos todo lo que le pasó y vamos a reencauzarlo por donde tendría que haber pasado. Mi hermana venía con unos cuestionamientos que yo la he visto muchas veces llorar a mi mamá porque es muy fuerte que tu hijo te empiece a… está bien que vos sin querer colaborás con… viste las pavadas que hacemos y pobres nuestros hijos, pero a veces te pasan factura y que encima te estén dando…. Y venía con muchos cuestionamientos que traía del consultorio y que ¿y después qué? Eran las primeras épocas que se había puesto de moda esto del psicoanálisis y que vos decías ¿y qué construye? No construía, destruía. Después fue cambiando todo eso. Bueno, ahora no sé si construye, yo creo que si.
Lis
Lacan en esa relectura de Freud encontró en ese caso, que es muy famoso, el caso Dora, la implicación subjetiva donde se va a analizar la posición de uno ante eso. Entonces uno no sale, estando en análisis, a decirle a la mamá o al papá esto o aquello porque ya está trabajando sobre uno mismo, con la producción de uno. Y si no puede hacer este movimiento, entonces no entra en análisis, puede estar yendo al psicólogo, pero no se implica. Como condición de poder empezar un análisis es que se produzca este movimiento que a veces puede tardar años.
Lic. María Andrea Alcázar
Claro, esa es la relectura que él propone que hubo un uso del psicoanálisis que no tuvo nada que ver con esto. Cuando al principio relacionábamos esto con este chiste de la queja, es cierto, esta posición de mi papá me hizo, mi hermana me hizo, es una posición de queja en donde el sujeto ahí está desresponsabilizado, el responsable es el otro.
Alumna
Sí, que puede ser que el otro en algo haya colaborado, pero no todo.
Lis
Pero el análisis alimenta sentidos. Pero es una crítica importante la que hace Lacan, alimentar el síntoma, hay que favorecer el sentido por las vías de responsabilizar y buscar en la realidad, como el sostén de una casa.
Lic. María Andrea Alcázar
Y sin ver que, por eso aparece esto, él lo dice es un concepto difícil y de rechazo mismo para la psicoanalista de no ver que en esta queja hay una pulsión de muerte. Digamos, en realidad cuando uno se pelea con el padre ¿qué hace? Se queda solo, digamos, hay un sufrimiento también con esto y el sufrimiento propio también pasárselo al otro, pelearse con el otro, esto que uno no puede. Estamos hablando de que en la cultura tenemos normas para regular la relación con los otros, ahí se rompe un poco de esto. Me quejo yo, se queja el otro, lloramos todos, una cuestión de destrucción propia. Esto en un análisis se pesquisa por donde viene, se puede. En esto que dice ella ¿qué ganas vos con todo esto? Salís de acá y le vas a pegar a tu mamá. Hay un goce en esto me parece que es eso lo que uno tiene que desarmar y pescar. Igual, me parece, que hay posiciones subjetivas que no entran en análisis. También está eso, son los límites que tiene el discurso. Hay gente que viene a buscar un testigo para su queja y su posición, yo vengo a que usted me diga que yo tengo la razón.
Jorge
Como en la terapia de pareja cuando buscan al psicoanalista para que le pueda decir al otro lo que él no le pudo decir. Ahí se ve muy claro en las terapias de pareja. Decile vos porque o no me entiende o yo no le puedo decir.
Lic. María Andrea Alcázar
Claro, ¿vio cómo es ella, vio cómo me trata? Como un fiscal ahí
Alumna
Ahora hay un programa como de mediador de las parejas con Gabriel Corrado. Hay un problema y él hace de mediador. Entonces hay gente que busca una autoridad para su queja, que sean testigos de su queja.
Lis
Estaba pensando en esto que dijiste para retomar el ejemplo de la muerte. ¿Viste cuánta gente que hay entusiasmada con las crónicas de guerra, con las lecturas de la batalla? Con necesidad de ir a ver como matan, pero hay una pérdida de goce, eso es lo que decía Andrea. Hay una traducción en donde algo se reconduce, pero algo también se pierde. Entonces, ¿qué pasa con esto que se pierde?
Lic. María Andrea Alcázar
Bueno, Lacan, me parece, que lo que hace es reubicar los textos de Freud en esta línea que había ocurrido respecto de lo que podía ser la lectura de Freud. Y nosotros lo dijimos acá, Freud se desdice también, pero uno tendría que tomar toda su obra en contexto. Y, como la vez pasada dijimos también, en sus cartas que están publicadas, en cómo él pensaba, en sus pies de página. Hay textos que responden mucho a esto, él estaba en un momento donde se quería que el psicoanálisis fuese una ciencia, entonces él hacía todas las concesiones para ser aceptado. Pero también hay una cuestión de que se murió, pobre, y no pudo con todo.
Alumna
Él lo que investigaba, lo que pensaba, lo iba plasmando, pero también después está el que aplica con todo esto.
Lic. María Andrea Alcázar
Exacto, por eso la lectura. Bueno, entonces volvemos al texto.
Eros, como pulsión de vida, dice, sus exteriorizaciones ya son más ruidosas, están más vivas, permiten mostrar. Pero la pulsión de muerte que están todo el tiempo entrelazadas. Parece que trabaja a duda dentro del ser vivo. La exteriorización de la pulsión de muerte dirigida a otro es la agresión, pero es una exteriorización, eso no es la pulsión, es como se muestra. Por eso, decimos que pulsión sigue siendo un concepto difícil de aprehender, de asir. Si se dirige a la propia persona vamos a ver una autodestrucción. Esto que no se exterioriza por norma cultural, porque está mal visto, retorna a la propia persona. Aquí habla de masoquismo, pero no nos vamos a meter con eso, lo nombro. El masoquismo es estructurante también.
La pulsión de vida y la pulsión de muerte se traban en una ligazón intima en proporciones diferentes. Esto de proporciones, él dice, que hay como una nivelación y por eso yo les decía, hay veces en donde la pulsión de muerte está menos velada y esto causa como horror. Uno, las pulsiones propias de muerte trata como de esconderlas, en el caso de la neurosis, de la castración, o sea, de haber sido atravesado por la ley. La castración indica eso, que hay cosas que no se pueden, cómo cada uno interioriza la ley.
Por ejemplo, en la perversión que hay una renegación. Renegación quiere decir una doble negación, no hay una ley. Cuando uno dice que el perverso transgrede, en realidad no transgrede porque él no comparte la misma ley que nosotros. Él va a sostener que esto que hace es lo que corresponde, no se culpa.
Vamos a cerrar por este lugar. Él dice que el supuesto de la pulsión de muerte despertó resistencias aún dentro del círculo analítico. Al decir aún, estamos diciendo ¿justo acá, muchachos, tenemos que escuchar esto? El lugar menos indicado para la resistencia. Él dice, siempre se tiende a dejar de lado lo propio del individuo, de la persona que yo sé amenazador y hostil para uno y para los otros. Pero no por dejarlo de lado pierde peso o poder y se impone con tanta fuerza que es imposible desoírlo. Por eso, cuando Lacan lee va a la letra, como efecto de des-oírlo dice él, no se puede des oir. Lacan con esto va a hacer un juego de palabras que es jouissanse goza. J´uies- sense en francés es yo oigo y sense, siento, yo oigo y siento. Entonces, él dice actúo en consecuencia con aquello que oigo.
Jorge
Bueno, en mi psicoanálisis lacaniano, me han dicho: ¿usted se escuchó lo que dijo? Y vos te quedas… ¿qué dije en estos últimos dos segundos?
Lic. María Andrea Alcázar
A veces uno no escucha al paciente, uno lee el inconsciente. Eso está escrito, los modos de goce, no es algo que uno elije, uno está atravesado por esas modalidades del goce. Por eso uno dice, va a análisis y le dice a la madre esto, esto y lo otro, pero es un goce que uno no ha elegido, pero el análisis permite no elegirlo, elegir otra cosa o hacer otra cosa con eso.
Alumna
Si, no repetir, digamos, la historia.
Lic. María Andrea Alcázar
Exacto. Y en este punto, uno podría decir el analista ahí escuchó, pero no leyó que hay una escritura, que uno ya está mordido por eso, algo que está escrito no se lo puede borrar- Entonces uno no hace con la letra lo que puede hacer y la pulsión, en este punto, al hacer con la letra también puede llevar a la autodestrucción. Hay una película que habla del Marqués de Sade, no sé si la vieron, Letras prohibidas.  A Sade, cuando sus escritos son prohibidos, lo encierran. Entonces, cometen el error de dejarle papel y sigue escribiendo. ¿Y  qué hace? Escribe con sangre y después no le dejan elementos punzantes y escribe con materia fecal. Entonces, la pulsión, ese desborde, se satisface, va más allá de lo que uno pueda controlar con los excesos, que cada quien sabrá. Eso, me parece, que es lo que permite el análisis.
El principio de realidad que es cómo nosotros vemos la realidad. La realidad tampoco es algo consensuado, permite poner un freno a esta pulsión de muerte. Para eso hay que hacer un trabajo.
Lo que iba a decir también, aunque no es de Freud, pero para dejar más o menos armado, que la pulsión de muerte cuando no se trasluce, que actúa muda aparece siempre ligada a Eros. Entonces, se hace difícil captarla, pero sí uno observa como un saldo, como un resto que cae de esa pulsión de vida. Este resto, este saldo es un plus que se le otorga al otro, pero cuando el placer se vuelve intolerante. Por eso, les decía cuando se conoce la felicidad por contraste. Habrán escuchado gente que se gana la lotería, está muy feliz y hace un infarto. O está esperando para jubilarse, se jubila y al mes se muere. Este contraste, esto que parecía que era lo que estaba buscando, ese saldo se le retorna en contra. Eso estamos hablando de los casos extremos.
Alumna
Si nos ganamos la lotería ponemos los dedos en la bisagra de la puerta como para sufrir un poco. (Risas)
Lic. María Andrea Alcázar
Pero me parece que hay cuestiones simbólicas que hacen a esto. La vez pasada escuchaba a uno que se ganó no sé si la lotería o el prode que se estaba quejando porque hay un porcentaje que, ustedes saben, va a los impuestos. Entonces, me parece que en ese punto, hasta la sociedad se encarga de ese saldo, sacárselo porque él no puede con todo eso. “Quédese tranquilo que nosotros le sacamos ese resto  con el que usted no puede y hacemos con esto”.
Alumna
Le dejas un poco de sufrimiento.
Lic. María Andrea Alcázar
Claro. Él queda quejándose de ese saldo de lo que el Estado se llevó y no puede disfrutar del resto. Bueno, pero no nos podemos deshacer de esto. No importa si el Estado es capitalista, es comunista, lo que venga. Siempre va a haber algo de este orden que nosotros necesitamos que venga del Otro. Queremos tener las calles limpias, pero nos quejamos de los impuestos. Hay algo, digamos, para alojar ahí. Bueno, hasta acá el texto.
Quería leerles algo. ¿Cuáles son las modalidades actuales? Las saqué de Beatriz Sarlo. Los quitapenas actuales de la cultura. La crítica que se le hace al libro es que no da una solución.
 Beatriz Sarlo es  Licenciada en letras, recibida en la Facultad de Filosofía y Letras. Es un referente actual de una mirada con respecto a lo social e interactúa con diferentes discursos pero ella dice que no se propone dar una respuesta, sino describir para que cada uno pueda encontrar como un espejo en donde se siente representado y hasta lo hace de un modo grotesco.
Ella habla de la cultura del shopping, del goce actual. La cultura del shopping, la publicidad, todo se encuentra ahí, dice, en la publicidad, en la propaganda. La extraterritorialidad de los lugares comunes. Después dice la figura del coleccionista al revés. Estos que acceden al consumo y que compran, compran, compran, pero el coleccionista lo que hace, hace de ese objeto, un objeto de valor. Lo que se colecciona no se puede tocar, no se puede vender o si se vende tiene un valor agregado por simplemente ser de colección. En cambio, dice acá la colección es hacer un uso digamos en comprar, lo que se colecciona es la compra en sí misma, una vez que se compra ese objeto se devalúa. Es el comprar por comprar compulsivamente. Entonces, ella lo nombra como el coleccionista al revés. Y el zapping, el control remoto, es el sueño inconsciente postmoderno. Es eso de las imágenes todas disgregadas, pero puestas en la pantalla. Pero digamos que el sueño es eso. Son imágenes puestas una atrás de la otra que uno después, en todo caso, hará un trabajo de sueño. Pero bueno, acá la televisión nos ofrece eso.
Habla de las estructuras del shopping que tiene que ver con un espacio común, compartido en donde hay una normativa, una regla. Todos sabemos cómo comportarnos en el shopping. Es difícil perderse en un shopping, dice, precisamente por eso, porque no está hecho para encontrar un punto. No es una referencia. Es un lugar donde vagar y que está permitido. En la calle ya no. Dice: “En consecuencia, en su espacio ya no hay jerarquía, también es difícil saber si uno está perdido”. ¿Qué quiere decir estar perdido adentro de un shopping si no hay un punto, digamos, no hay nada que guíe?. “El shopping  no es un laberinto del que sea preciso buscar una salida. Por el contrario, solo una comparación superficial acerca al shopping al laberinto. El shopping es una capsula donde si es posible encontrar lo que se busca, es completamente imposible perderse. Como espacios de encierro.
Alumna
Este texto que estás leyendo, ¿de qué libro es?
Lic. María Andrea Alcázar
Escenas de la vida postmoderna. Intelectuales, arte y video cultura en Argentina.
“La extraterritorialidad tiene ventajas hasta para los más pobres”. Sigue hablando del shopping. “Que es un espacio de ilusión, de encuentro de diferentes clases sociales”. Es el lugar donde está permitido que el rico se encuentre con el pobre”, pero a determinadas condiciones. “Tiene ventajas para los más pobres. Ellos carecen de una ciudad limpia, segura, con buenos servicios, transitables a toda hora. Viven en un suburbio donde el Estado se ha retirado y la pobreza impide que el mercado tome su lugar. Soportan la crisis de la sociedad vecinal, el deterioro de las solidaridades comunitarias y el anecdotario cotidiano de la violencia”. “El shopping es exactamente una realización hiperbólica y condensada de cualidades opuestas y además, como espacio extraterritorial no exige visados especiales”, cualquiera puede entrar.
“En la otra punta del arco social la extraterritorialidad del shopping podría afectar lo que los sectores medios y altos consideran sus derechos. Sin embargo, el uso está establecido, eso no está explícito, pero está implícito. Días y franjas horarias impiden la coalición de estas dos pretensiones diferentes. Los pobres van los fines de semana, cuando los menos pobres y los más ricos prefieren estar en otra parte. El mismo espacio cambia con las horas y los días mostrando esta cualidad transocial, que según algunos marcaría a fuego el viraje de la postmodernidad”. Estas diferencias en el shopping, pero con franjas horarias, podemos encontrarnos todos. Y el uso de los baños limpios, esto se ve también, un lugar donde refugiarse cuando llueve, siempre y cuando no coincidamos en franjas horarias.
Bueno, el coleccionista al revés. Hay varias figuras que ella toma. Hay un caso que lo nombra y que estuvo en Mauro Viale, en un programa viejo, después voy a ver si lo puedo leer.
“Hoy el sujeto que puede entrar en el mercado, que tiene el dinero para invertir en él como consumidor es una especie de coleccionista al revés. En lugar de coleccionar objetos, colecciona actos y adquisición de objetos. El coleccionista del viejo tipo sustrae los objetos de la circulación y del uso para atesorarlos. Ningún filatelista manda cartas con las estampillas de su colección, ningún apasionado de los soldaditos de plomo permite que un niño juegue con ellos, lo mismo con una caja de fósforos o con una colección que no (inaudible). El coleccionista tradicional conoce el valor del mercado de sus objetos, porque ha pagado por ellos. Conoce el tiempo de trabajo coleccionístico que ha invertido en conseguirlo. Y ha llegado a través de la venta y de la compra.”
“El coleccionista al revés sabe que los objetos que adquiere se desprecian desde el instante mismo que los toca. El valor de esos objetos comienza a erosionarse y se debilita la fuerza magnética que hace titilar las cosas en las vidrieras del mercado. Una vez adquiridas, las mercancías, pierden su alma. En la colección, en cambio, las cosas tienen un alma que se enriquecen a medida que las colecciones se enriquecen. La vejez es valiosa en la colección. Para el coleccionista a revés, no. Su deseo no tiene objeto que pueda conformarnos porque siempre habrá otro objeto que lo llame.” Los objetos que se nos escapan, que son intercambiables, a veces es porque no podemos conseguirlos, otras veces porque ya lo hemos conseguido, pero se nos escapan siempre. “La identidad que es transitoria afecta tanto al coleccionista al revés, como a los menos favorecidos, coleccionistas imaginarios. Ambos piensan que el objeto les da o les daría algo de lo que carecen. No en el nivel de la posición sino en el nivel de la identidad, así los objetos nos significan. Ellos tienen el poder de otorgarnos algunos sentidos y nosotros estamos dispuestos a aceptarlos. Esto aparece en una época cuando ni la religión, ni las ideologías, ni la política, ni los viejos lazos de comunidad, ni las relaciones modernas de la sociedad pueden ofrecer una base de identificación ni un fundamento suficiente a los valores. Allí están marcados los espacios universal y libre que nos da algo para reemplazar a los dioses desaparecidos.”
Alumno
Es claro con los celulares.
Andrea García
En Madrid hacen grandes ofertas, me contó mi tía, y son muy buenas. Están muchas horas antes de que abra el shopping haciendo cola en la puerta. Están subiendo la persiana y se empiezan a meter por abajo y dice: me ha pasado de ir a comprar y compro, compro, compro y después no lo uso porque no me gusta, porque no me entra.
Alumna
Bueno, a mi me pasaba con las reuniones de tupperware: he comprado tanta gansada… que no sé para qué, algunas no las usé nunca. Pero ganábamos premios si aparte convocábamos, venían a casa.
Andrea García
Bueno, hablando de la pulsión de muerte… Hace un tiempo en Miami falleció un empleado porque en el momento que abrían todas las puertas y entraban todos los clientes lo aplastaron. Entonces, se excede ya un límite…
Lic. María Andrea Alcázar
El consumo y esto que hablábamos de la regulación o las normas para con nosotros. Ahí, una estampida de animales. El hombre es el lobo del hombre. Se pierde esto del poder mirar al otro, que hay otro ahí. Aparece el objeto pulsional y ahí, me dirijo, ¿Quedó uno abajo? Y bueno…
En realidad a nosotros poder contar esto que pasó acá o en España nos da como un cierto alivio, pero nosotros, me parece que también, podemos matar a alguien con esto. Yo que manejo a veces lo pienso, se puede romper el auto y bueno, no fue mi culpa, pero le pasé a alguien por encima. Y ahí uno después tiene que hacer con eso.
Alumna
Bueno, sin llevarlo a un plano tan drástico. Por ejemplo, me ha pasado con mis hijos: “¿me compras tal celular?” y se lo terminaste de comprar y: “pero ahora salió el otro”. “Y no, mirá yo estoy dejando de comprar algo para comprar” y vos le haces entender, pero en la sociedad muchas veces no se entiende eso, el sacrificio del otro.
Lis
Si, desaparece el otro.
Alumna
Claro, pero esperá yo me tengo que comprar un corpiño y la verdad es que no doy más, pero “quiero la compu…, quiero el teléfono…”
Lic. María Andrea Alcázar
Esto viene desde el afuera, son los discursos impuestos, estas ofertas y como cada uno está atravesado también que se engancha con la góndola o no.
Este texto fue escrito en el noventa y pico.
“El control remoto no ancla a nadie a ninguna parte. Es el irreverente y el irresponsable de la sintaxis del sueño producido por un inconsciente postmoderno que baraja imágenes planetarias. Los optimistas podrían pensar que se ha alcanzado la (inaudible) de la obra abierta, el límite del arte aleatorio, un gigantesco blanco de imágenes, un e-mail. Para pensar así es necesario cultivar una indiferencia sínica ante el problema de la densidad semántica de estas imágenes”. O sea, qué estas imágenes me transmiten. Poder detenerme en esas imágenes y no una sucesión de imágenes.
“El zapping demuestra que el montaje hogareño conoce una sola autoridad, el deseo moviendo la mano que pulsa el control remoto como uso de los fenómenos de la industria cultural. El zapping parece una realización plena de la democracia. El montaje auto gestionado por el usuario,  industrias domiciliarias de televidentes productivos, tripulantes libres de una cápsula audiovisual, cooperativas familiares de consumo simbólico donde la autoridad es discutida duramente, ciudadanos participantes en una escena pública electrónica, aceptadores pasivos que contradicen desde el control remoto las viejas teorías de la manipulación, tapadores de la hegemonía cultural de los limites, saboteadores porfiados de las mediciones de rating. Se presenta en la ocasión masas dispuestas a revelarse ante Diktas de los capitales más mediáticos”.
Como hacer un pasaje, puedo ver todo al mismo tiempo. Burlar esto que me están ofreciendo. Generalmente, en el zapping lo que se hace es: se corta en la propaganda y se vuelve, como burlar. Después se termina como no entendiendo o no poder, esto que dice situarse en cada una de las semánticas, el valor semántico de las imágenes se pierde. Lo que aparece ahí es esto de poder saltear lo que no me sirve, lo que no me sirve lo dejo por fuera. Que es lo que estábamos hablando, con ese residuo, en realidad, hay que hacer un tratamiento, no dejarlo por fuera.
Y, el último, que me parece a mí como emblemático. Recuerdo el caso yo, quizás. “Algo visto y oído al atardecer en un programa de un canal estatal. Este programa nos da sorpresas a cada rato”. Acá viene una más grande todavía, se ve que ya había como una sorpresa extra, viene una más. “La vamos a ver con todo cuidado. Este señor vino al canal y dijo que acaba de matar una persona y se quería entregar en cámara:
El señor: -No sé si lo maté. Peleamos y yo me defendí-.
El animador:- Cuénteme todo-
El señor:- Ayer a la tarde estábamos tomando unas cajas de vino con mi esposa y otros amigos cuando unos empezaron a burlarse de mi  mujer porque tiene labio leporino y este muchacho empezó a tomarnos el pelo por la forma en que hablaba mi señora. Le dije que no se metiera conmigo. Vea, yo soy una buena persona, me considero una buena persona. Por ahí más de un vecino viene y le dice que no le va mi carácter. Mi carácter, yo reconozco, es bastante fuerte. Y le cuento que peleamos. Le di dos cachetazos y después peleamos. Eran tres o más y yo era solo. No me acuerdo bien-.
El animador: -¿Y qué pasó?-.
El señor:- Me pegaron. Me patearon la cabeza, me rompieron la boca. Mire como tengo el labio roto-.
El animador:- ¿Por qué se entrega?. ¿Usted por qué viene acá?-.
El señor:- Porque no tengo donde ir y no me considero un asesino-.
El animador:- Porque mató a alguien, ¿o no?
El señor: -Y sí, yo lo lastimé. No sé si está vivo el pibe. Ojalá que esté vivo.-
El animador:- ¿Cree que lo mató?
El señor: -No sé.-
El animador:- ¿Con qué le pegó?-.
El señor:- Con un cuchillo.-
El animador:- Usted sabe que va a ir detenido.-
El señor:- No importa. Yo creo que hay justicia
Hace todo una lectura de esto, pero bueno… Dice que confía en la justicia, pero no va al juez. De todas las instituciones, la televisión en directo parece ser la de más confianza. Nadie podrá tergiversar al sujeto sin sus dichos. Y además, ninguna política podrá forzarlo a decir más de lo que quiere decir ni dejarlo incomunicado tampoco. La televisión se ha convertido en un custodio, es decir en el garante de mi decir.
El libro, la verdad que es interesante, no ha perdido vigencia.
Ojala les hayan quedado muchas dudas. De eso se trata.